viernes, 30 de agosto de 2013

2. Conversaciones estúpidas.


-       Hola

-       Hola – Se dio la vuelta sorprendida. – No esperaba verte aquí. – Dijo sincera.

-       Y… ¿qué tal? – Preguntó nervioso.

-       Bien. Genial.

-       ¿Por donde estás sentada?

-    Emm… - Dudó un momento y luego contestó – Allí, donde está el chico de camisa de cuadros – Respondió señalando a un chico que estaba de espaldas a ellos.

-       Yo estoy aquí mismo…. Estoy con…

-       Ya – Dijo tajante antes de que la nombrara.

-       Bueno.. veo que estás con alguien.

-       Creo que es algo que no te interesa.

-       Sara…

-       No, mira, te has acercado y saludado. Has sido amable y educado. No intentes ir más allá.

-       Debo… debería darte… una explicación. – Dijo mirando al suelo.

-     ¿Ahora? ¿Después de un año y medio? Llegas tarde, además de que no tengo nada que escuchar. Pero tu si, me trataste de loca, de histérica y me llamaste vengativa, para luego decirme que aunque yo no lo viera tenia en vosotros dos amigos, verlo no lo he visto pero serlo tampoco lo habéis sido. Pensé que serias más hombre. – Se dio la vuelta pero lo pensó mejor y se volvió de nuevo hacia él. – Y si quieres un consejo de “amiga”, esa barba te hace parecer… mayor.

-       Pensaba que no te importaba la edad.

-   Y no me importaba, hasta que me di cuenta de que tu edad y la de tu cerebro no se corresponden, ya que esta no llega a ser ni la mitad de la mía.



-       Es tu amiga, tienes que decírselo.
-       Pero es que…
-       Al final se va a enterar y se enfadara si no se entera por ti. Tienes que hablar con ella.
-       Ya lo sé.
(Enero 2012)



 

1 comentario:

  1. Siempre es la amiga quien tiene la obligación de contarlo, creo que es de las peores traiciones que existen, yo viví algo parecido hace años y...ARGG...

    Gracias por pasarte por mi blog y dejarme así descubrirte,

    Un besazo guapa

    ResponderEliminar