jueves, 12 de junio de 2014

Un 22 y todo lo que representa.




No me sirve que mañana la mayoría dedique un segundo en pensar en mi, esa mayoría que actualiza su Facebook más seguido que yo. Lo que me importa son esas personas que están esperando que llegue mañana o las 12 de esta misma noche para expresarme lo que significo para ellos, esas palabras que pueden arrancarme una sonrisa, palabras que vienen de personas que realmente aprecio y se que yo a ellos. Mañana es el día en que familiares y amigos a los que nunca ves te dedican un segundo de sus ajetreadas vidas para cumplir con esa estúpida regla de la sociedad que consiste en felicitarse en fechas señaladas. Pero también será el día en que volveré a saber de aquellas personas de las que solo se dos veces al año, su cumpleaños y el mío, y eso es lo que las hace especiales, porque a pesar de la distancia y los años que pasen, ese día es nuestro y siempre estará al otro lado del ordenador para dedicarme su tweet del día.

Llegado este punto, y los odiados dos patitos, espero grandes palabras de sinceridad. Y algo dentro de mi me dice que mañana pasara algo que no imagino, que será sorprendente y puede que hasta me deje helada. O puede que solo sean mis ganas de que por un año sea diferente y lo que me deje helada sea la tarta helada que todos los años me compra mi madre.

PD: Juro que arrancaré la cabeza a todo aquel que mañana diga lo de los dos patitos. :)